El canto tiene una acción terapeútica que favorece el bienestar físico y psicológico.
Mediante un ejercicio técnico integrado que nuclea la voz, el cuerpo y la emoción podemos descubrir un sonido saludable y armónico.
Así, la voz es el resultado de una actividad corporal conciente, profundamente placentera y vital.

Mariana Bartís